¡Son odiosos, lo sabemos!
Si has decidido rasurarte la zona íntima, tendrás que lidiar con varias consecuencias dolorosas, entre ellas, los vellos enterrados.
Para eliminar las molestias que el contacto con la ropa te puede ocasionar, aquí te van algunos consejos, esperemos que te funcionen:
1.- Compresas. Moja una toalla en agua tibia y póntela en la zona. Te ayudará a reducir la inflamación y a suavizar los vellos.
2.- Pinzas. Algunos pelitos enterrados podrás sacarlos fácilmente con ellas. Pero ¡aguas!, es importante que las desinfectes con alcohol y las pases por un chorro de agua tibia para evitar infecciones.
3.- Exfolia. Hazte una exfoliación en la zona 24 horas después de depilarte, así evitarás que la piel esté sensible.
Ya si de plano está muy enterrado, será doloroso, pero apachúrralo hasta que salga, te puede ir peor si lo dejas ahí.
