Una mujer con 35 semanas de embarazo estuvo a punto de perder la vida debido a una patada de su bebé.
La afectada ingresó de emergencia al Hospital de la Universidad de Pekín, ubicado en Shenzhen, con problemas de presión arterial, de respiración y un fuerte sangrado.
Al practicarle el ultrasonido, se encontró que tenía un agujero dentro de su útero, pero lo sorprendente fue que se determinó que esto ocurrió debido a que su bebé pateó muy fuerte.
Para salvar la vida de ambos, se practicó una cesárea de emergencia, donde apenas 10 minutos de operación se logró extraer a la niña y salvar la vida de la madre.
¿Qué extraño no?