Milking es al arte de masajear el pene hasta lograr la eyaculación y aunque es una práctica muy común dentro del taoísmo, todas las mujeres son capaces de estimular el ‘pajarito’ de esa forma.
Así que si quieres ser una master, aquí te explicamos lo que tienes que hacer.
Para empezar, hay que conseguir un aceitito erótico que sea compatible con los genitales, por ejemplo el de almendras.
Ahora sí… ¿Lista?
Él debe sentarse al borde de la cama y tú por detrás, pasando tus piernas a cada lado de sus muslos y tus manos debajo de sus brazos. Con tus manos todas aceitosas, vas a entrelazarlas frente a su pene y realizar elevaciones lentas, largas y profundas, ¡ay que rico!
Con ayuda de tus pulgares vas a acariciar el tronco mientras permites que tu respiración junte y separe tus bubis de su espalda.
Luego debe colocarse frente a ti y recostado él abrirá ligeramente las piernas para que puedas sentarse entre ellas, para esto se recomienda colocar una almohada o cojín.
Vas a poner tu mano derecha debajo de sus testículos y a masajearlos con círculos. Con la mano libre harás elevaciones hasta que decidas desocupar la otra. Hasta el paso de la muerte te puedes aventar, si no sabes cuál es, pregúntale al afortunado que estás masajeando.
Tomarás el miembro con una mano, jalarás ligeramente hacia ti, mientras la otra acaricia el glande (la cabecita).
Las repeticiones de este movimiento generan una eyaculación profunda que vuelve loco a cualquiera.
